lunes, 30 de enero de 2012

LA CONTAMINACIÓN POR HIDROCARBUROS EN EL PERÚ

Hace algunos días, se difundió la  noticia de la muerte de lobos y delfines en Colán, distrito de Paita, presuntamente a causa de un derrame de hidrocarburos de la empresa petrolera Savia Perú. Frente a ello el Instituto del Mar del Perú (Imarpe) no quiso adelantar una opinión, a pesar de que el presidente de la asociación de propietarios y moradores de la Esmeralda de Colán, afirmó  haber encontrado el primer día a estos animales  junto a  bolsas plásticas de hidrocarburo y que luego han desaparecido. Otros pobladores indican que los animales desaparecidos  tenían manchas negras en los dientes
Lo ocurrido en Colán, no es la primera vez, pues el año pasado sucedió un derrame de petróleo a pocos kilómetros la empresa  Savia Perú y a pesar de que se confirmó el desastre, no aparecieron culpables, Este problema no es un hecho aislado, pues habría que revisar los casos ocurridos en años anteriores, para confirmar  el daño que  sufrieron muchas especies de aves, peces y plantas , en costa y selva , además de  otros efectos nocivos para la salud de las personas que tienen contacto con el agua contaminada a esto se añade que el impacto ecológico se prolonga a varios años.

  La contaminación  ha sido recurrente estos últimos años, no solo en e l agua sino en la superficie, como es el caso de la tres hectáreas de sembríos en la sierra de la Libertad, donde un camión cargado de combustible de la compañía Primax, habría contaminado a cinco valles aledaños. Otra empresa, la Pluspetrol  fue responsable de 18 derrames de petróleo en el 2008, cuando la protesta de las comunidades nativas de la selva se hizo notoria aquella vez.

El año 2010 se produjeron 6 derrames, el más perjudicial fue el  de casi 400 barriles de petróleo en las aguas del río Marañón, el cual pasó por un tramo de más de 30 kilómetros y perjudicó a los casi 100,000 ribereños que dependen  de sus recursos para subsistir. Este  río constituye la única reserva de agua limpia y no habría sido  justo que los responsables de su  contaminación queden  impunes, por ello las autoridades encargadas  deberían  sancionar ejemplarmente a las compañías responsables de estos daños irreparables en la naturaleza. Recordemos que el 72%  de la Amazonía peruana se encuentra concesionada  para la explotación de hidrocarburos y el riesgo siempre va a estar presente. Esperemos que los sucedido estos primeros días del 2012  no sea el  preludio de otras desgracias semejantes.

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