jueves, 9 de febrero de 2012

Editoriales sancionadas por cobros excesivos

Los textos escolares, son los libros de consulta, a los que cada estudiante de la educación básica, recurre cuando necesita  buscar información, para desarrollar tareas, reforzar sus aprendizajes o resolver dudas acerca de un determinado tema. Hace algunos años los padres de familia cuyos hijos estudiaban en colegios nacionales o particulares, siempre  debían comprar dichos textos para ayudar a sus hijos en el estudio de las diferentes materias,  el mismo libro podía ser utilizado por el hermano  mayor y todos los menores que le seguían   de la familia.

Desde este último quinquenio el Estado se interesó por dotar de libros a todas las escuelas nacionales del país, así, los estudiantes trabajan las diversas materias con ayuda de sus textos escolares, los mismos que al siguiente año serán útiles a los que suben de grado.

En los colegios particulares, la situación es distinta, ya que es el padre de familia quien se hace cargo de la compra de libros, cuyos precios, en muchos casos es excesivo.

Las empresas   editoriales acuden a las instituciones educativas privadas para  ofrecer sus textos,  en algunos casos, el libro se convierte en un cuaderno de trabajo, donde el estudiante debe escribir, desechando la posibilidad de que sea utilizado por alguien más. Esta situación genera desconcierto en los padres de familia, pues cada año los gastos escolares se hacen excesivos. Convirtiendo en un negocio lucrativo la  venta de textos, por parte de algunas editoriales. Cuatro de ellas fueron denunciados por ofrecer pagos a los colegios a cambio de que las incluyan en su lista de útiles y aumenten los costos, que serían asumidos por los padres de familia.

Esta situación, motivó a que  el presidente del Consejo Directivo del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), Herbert Tassano, anunció  que inmovilizará los fondos de las cuentas bancarias de cuatro editoriales, para garantizar la devolución del dinero cobrado de manera excesiva a los padres de familia. Informó que se denunció de oficio a las empresas editoriales, y se investigará para determinar el grado de responsabilidad de cada una de ellas. Sostuvo que “los planteles están obligando a los padres  a comprar un libro no porque sea el mejor sino porque ellos  van a ganar”. 

Por otro lado el Congreso aprobó una modificatoria de ley para evitar la obligatoriedad en la compra de libros nuevos, dicha norma garantiza el derecho a usar libros de segundo uso  como fuente de consulta  o material de trabajo.

Es sabido que, en los colegios particulares, permanece la costumbre de obligar a los padres a comprar libros nuevos, editados el mismo año, del mismo modo, en las listas de útiles disponen el uso de materiales de determinadas marcas. Además de los cobros excesivos por concepto de matrícula y pagos adicionales.

Es necesario que esta situación cambie pronto, la intención de Indecopi y del Congreso, respecto a todo lo anterior, será meritorio si en las instituciones educativas se traduce en hechos concretos la intención de facilitar el acceso a la educación.

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